EDEKA (Coordinadora vasca de representantes de personas con discapacidad) presentaba recientemente el «Libro Blanco sobre la discapacidad en Euskadi«. Una exhaustiva radiografía de la situación de estos colectivos en ámbitos como el educativo, el laboral, el de los servicios sociales o el del ocio y la cultura. Desde aquí, nuestra aportación constructiva.
Es en las últimas páginas, en la de conclusiones en materia de “accesibilidad universal” donde encontramos la única referencia del documento a la Lectura Fácil. Concretamente en esta frase: “Los entornos además de estar adaptados se tienen que COMPRENDER para poder usarlos: entornos intuitivos, lectura fácil, señalización luminosa”.
Está referencia se engloba en esa idea de la que hemos hablado algunas veces, sobre la necesidad de ir más allá de la accesibilidad física y empezar a desarrollar también la cognitiva. Las barreras siguen estando en el ámbito arquitectónico, pero de manera más notable en el de la comunicación y la comprensión.
El propio Libro Blanco dice: “La accesibilidad universal incluye MUCHAS diversidades, no sólo puede darse para las personas con movilidad reducida, también para las discapacidades sensoriales y cognitivas. En general, sólo se consideran algunas limitaciones y no el conjunto de la diversidad funcional. La accesibilidad es algo más que lo arquitectónico y lo físico: es también la comunicación, la comprensión, la accesibilidad cognitiva”.
Pero la alusión a la Lectura Fácil se queda ahí. No a modo de crítica, sino de aportación constructiva, creemos que el concepto de Lectura Fácil tiene un potencial mucho más amplio, como herramienta para acercar la lectura, información y cultura a personas con dificultades lectoras y de comprensión. Son muchos más los ámbitos donde su desarrollo podría ser muy beneficioso para estas personas y sin embargo, no se trata.
Seguramente, fruto del desconocimiento y el escaso nivel de implantación que todavía la Lectura Fácil tiene en Euskadi. Aunque los principios de democracia lectora y de integración social a través de la lectura en los que está basado este concepto ya le hacen merecedor de ocupar un lugar relevante en terrenos relacionados con la discapacidad y la igualdad de oportunidades.
El propio Libro Blanco alude a problemas y déficits en algunos escenarios como el de la educación, la formación inclusiva o el marco en el que se desarrolla el acceso al ocio y la cultura, pero no menciona que el desarrollo de materiales, actividades o difusión del concepto de la LF puedan ser una clave para mejorar la situación.
Accesibilidad en el ámbito educativo
Se habla de “mejorar en la adaptación del currículo escolar (en cuanto a contenidos)” a las capacidades/necesidades de un alumnado con dificultades. “Esta exigencia supone la necesidad en muchos casos de buscar apoyos extraescolares para la asimilación de contenidos, que sobrecargan al alumnado de manera innecesaria”. Y vuelve a reiterar la idea de “Superar los déficits en accesibilidad universal y adaptaciones necesarias, asegurando la accesibilidad en todos los espacios y dispositivos, en el material adaptado, en la comunicación, en la comprensión…, accesibilidad cognitiva… “.
Es necesario por tanto el cursos-de-formación-lectura-fácil También en este terreno, en el de la educación, hay mucho camino por recorrer, resultando indispensable la implicación de las Administraciones Públicas, Departamento de Educación, Berritzegunes, etc…
Se destacan iniciativas como el de las adaptaciones para personas con déficit auditivo, aludiendo al DUA (Diseño Universal de Aprendizaje) que impulsa adaptaciones de materiales. Entidades de reciente creación como Lectura Fácil Euskadi-Irakurketa Erraza pueden cumplir ese papel, como lo ha sido por ejemplo en Cataluña la Asocciació Lectura Fàcil en el campo de la educación inclusiva.
El Libro Blanco habla asimismo de un “déficit existente en la metodología de la inclusión, por ejemplo, en disponer en todos los casos y para todas las personas que lo requieren, de material adaptado”. O en el de la formación inclusiva “con acciones positivas y accesibles para las personas con discapacidad por medio de cupos. Una vez acaban la formación reglada no hay nada para el acceso a la formación profesional, no hay adaptaciones”.
Oferta cultural no adaptada
Son los datos los que mejor evidencian el obstáculo que supone para personas con capacidades distintas un acceso normalizado al ámbito educativo y formativo. “En lo que respecta a las adaptaciones, dispositivos y otros elementos de apoyo para poder seguir con normalidad los estudios, el 35% de las personas con discapacidad encuestadas manifiesta que nunca ha podido disponer de este tipo de apoyos y el 5% que esto ha sucedido en pocas ocasiones.»
De hecho, las personas con discapacidad y de más edad llevan una desventaja enorme al respecto, ya que “son las de 45 y más años quienes más manifiestan que nunca han podido disponer de adaptaciones, dispositivos y otros elementos de apoyo (el 50% de quienes tienen entre 45 y 64 años y el 60% de quienes tienen 65 y más años)”. Libros, literatura o materiales informativos adaptados a LF, por ejemplo, suponen una opción de recuperar el gusto por la lectura a estas personas ya fuera del ámbito educativo en su vida cotidiana.
Es este último también, el campo que se les abre a poder disfrutar de la lectura y la literatura como forma de ocio y cultura. De nuevo recurriendo a las respuestas de los propios afectados, entre las actividades que con menos frecuencia realizan estos colectivos es el de asistir a cursos de formación (el 69% no lo hace ninguna vez); visitar museos y exposiciones culturales (el 56% no lo hace ninguna vez); y acudir a espectáculos de cine, teatro y similares (el 51% no lo hace ninguna vez).
Consideran en su mayoría, que la oferta cultural en su ciudad, en muy pocas ocasiones está adaptada a sus necesidades. El vacío existente a nivel de bibliotecas, librerías, material editado en euskera, accesibilidad informativa en exposiciones, museos, centros culturales en la CAV es aún grande y por tanto éstos ámbitos deben abrirse al campo del ocio y cultura de estos colectivos.
Lectura Fácil Euskadi-Irakurketa Erraza comparte la necesidad de afrontar los retos y propuestas que el Libro Blanco expone, especialmente en materia de legislación del ocio, el empoderamiento de las personas con discapacidad en ese terreno, el diseño universal de accesibilidad en tecnología, así como la creatividad y la innovación en tiempos de crisis.
Y dado que el compartir buenas prácticas y crear canales de flujo de información es otro de los objetivos, desde aquí nos ponemos a disposición de EDEKA y todos los colectivos del ámbito de la discapacidad para conseguir avanzar juntos en el desarrollo de la Lectura Fácil y sus múltiples posibilidades. La visibilización del concepto en ese sentido, resulta fundamental.