Esti Albizu es la responsable de la Biblioteca Bizenta Mogel de Durango. Es la impulsora del proyecto lectura fácil, en el que cree fervientemente. A día de hoy, esta biblioteca cuenta con el mayor número de clubs de lectura fácil de la comunidad autónoma vasca para diferentes colectivos: diversidad funcional, tercera edad, enfermedad mental y adolescentes desmotivados por la lectura. Por este motivo, recibieron el premio Erraza Sariak 2023 con motivo de la celebración de los 10 años de LF Euskadi-Irakurketa Erraza.

Empezamos en 2013 con un grupo; en colaboración con el área de personas mayores, programamos un club de lectura dirigido a personas mayores de más 65 años. Hoy, más de diez años después, sigue en marcha y ha crecido, tanto en el número de participantes, como en el de sesiones (empezó siendo trimestral y ahora se desarrolla durante todo el curso).

Desde entonces, hemos tratado de invitar a todos los colectivos que podían encajar en esta actividad. Todo ello siempre con la colaboración de diversas áreas del ayuntamiento (acción social, personas mayores y educación).

Ahora mismo, tenemos un total de 8 grupos diferentes que realizan su club de lectura a lo largo del curso. Esto supone que más de 120 personas están acercándose a la lectura de una manera cuidada y adaptada a sus necesidades.

Son una excelente iniciativa para fomentar la lectura en personas con dificultades de comprensión o con necesidades específicas. Estos clubes ofrecen la oportunidad de disfrutar de la lectura de una manera accesible y adaptada a las capacidades de cada persona, promoviendo así la inclusión y el enriquecimiento personal a través de la literatura.

Además, estos clubes nos dan la oportunidad de mostrar la biblioteca como un espacio que también es suyo. Gracias a la lectura fácil y esta actividad, muchas de las personas participantes, se acercan a la biblioteca para utilizar otros servicios.

Creo que este tipo de herramientas son muy necesarias para ellas. Promueven su inclusión y el acceso a la lectura. La biblioteca trata de proporcionarles un espacio seguro y adaptado donde pueden disfrutar de la lectura con otras personas y compartir sus experiencias.

En la mayoría de los casos, antes de participar en los clubes de lectura, sentían la biblioteca como al ajeno en el que no tenían espacio. Ahora, tanto de manera individual como colectiva, utilizan la biblioteca como cualquier otra persona; la ven como un espacio seguro en el que pueden encontrar lo que necesitan.

Basándome en nuestra experiencia de más de 10 años, en la que hemos podido observar de cerca la evolución de las personas que vienen a la biblioteca a participar en los clubes de lectura, subrayaría estos cuatro grandes beneficios:

  • Fomentan la inclusión: están diseñados para ser accesibles a personas con dificultades de comprensión lectora, discapacidades intelectuales, personas mayores o inmigrantes que están aprendiendo el idioma. Al hacer la lectura más accesible, se promueve la participación de estos grupos en actividades culturales y educativas.
  • Mejoran la alfabetización: facilitan la práctica y el desarrollo de habilidades de lectura y comprensión, lo cual es esencial para la alfabetización. Al leer y discutir en grupo, los participantes pueden mejorar sus habilidades lingüísticas y de comunicación.
  • Fortalecen la comunidad: ofrecen un espacio para la interacción social, creando redes de apoyo y amistad entre los participantes. Fomentan un sentido de pertenencia y comunidad, ya que los miembros se reúnen regularmente y comparten sus experiencias.
  • Estimulan el interés por la lectura: los libros y materiales de lectura fácil suelen estar adaptados para ser más atractivos y comprensibles, lo cual puede despertar el interés por la lectura en personas que normalmente no leen. Al disfrutar de la lectura en un entorno apoyado, los participantes pueden desarrollar un amor por los libros y la literatura.

Resumiendo, mejoran la calidad de vida de estas personas que forman parte de nuestra comunidad… ¡casi nada!

Las personas que participan nos trasladan su motivación y ganas de venir a los clubes de lectura; piden más sesiones, tanto los adolescentes que en principio «odiaban leer», como las personas mayores.

La «culpa» de todo esto la tiene Sara Moreno, que con su trabajo engancha tanto en la lectura de los libros que propone, como en las ganas y motivación de participar en sus sesiones. El éxito de esta actividad, en gran medida, es fruto del entusiasmo, cariño y cuidado que pone Sara en su trabajo. Eskerrik asko, bihotzez!

clubs LF Durango

Sí, así es, y sin esta colaboración no sería posible tener tantos grupos en marcha. Desde el principio hemos trabajado en coordinación con las áreas de acción social y personas mayores, y también lo hemos hecho con el área de educación.

La mayoría de las veces a través del catálogo de la red de bibliotecas de Euskadi. Bizenta Mogel Biblioteka forma parte de esta red y esto nos permite utilizar el catálogo de todas las bibliotecas de la Comunidad Autónoma Vasca, y hacemos la solicitud de préstamos a otras bibliotecas. Hay veces que adquirimos lotes de algunos títulos que sabemos que se van a programar en diferentes grupos.

Los libros de LF, tanto en castellano como en euskera, están en la primera planta, en una estantería diferencia del resto, muy accesibles. Tenemos ya una colección bastante amplia que tratamos de ir alimentando en la medida de nuestras posibilidades.

Clubs LF Durango

Creo que nuestro mayor reto es trasladar a la ciudadanía la importancia de lograr una competencia lectora apta para poder desarrollar nuestras capacidades en el día a día, y que para ello cuentan con una aliada, la biblioteca Bizenta Mogel con sus servicios y programa de actividades.

Los clubes de LF son una herramienta que nos ayudan en la consecución de este reto, y lo que nos gustaría es mantener la oferta que tenemos, y por supuesto, poder ampliarla a más colectivos y claro que sí, también en euskara.