Lo han vuelto a hacer. Fueron las ganadoras del Premio Buenas Prácticas Lectura Fácil 2018. Y una vez más, vuelven a sorprendernos y también a emocionarnos con sus experiencias. Tampoco olvidan contarlas y compartirlas, cosa que les agradecemos enormemente. Aquel premio se lo llevaron por replicar entre los mayores, la experiencia de los clubs LF que veían hacían sus hijos e hijas en el aula. Esta vez, se trata de replicar pero con un objetivo algo diferente….

EL MANIFIESTO: sin miedo a las nuevas tecnologías

Tienen un manifiesto con los objetivos del club de lectura que dice así: «Uno de nuestros principales objetivos, además de disfrutar de leer juntas ha sido siempre familiarizarnos con las metodologías y herramientas que estaban utilizando nuestro hijos e hijas en el colegio. Y ante este reto que con esta situación del COVID- 19 se les ha planteado, nosotras también queremos aprender virtualmente. Y nos subimos al carro para descubrir todo este mundo que dicen que está en una “nube” y está llenito de palabras que hasta ahora nos han parecido extrañísimas como drive, site, hangouts…. ALLÁ VAMOS!!«.

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La pared de la habitación de la dinamizadora servirá para replicar los murales explicativos que van completando en el aula donde hacen las sesiones presenciales.

LAS PARTICIPANTES: ellas y él…

Jaione Elkoro, docente de Egiluze Ikastetxea (Casco Viejo en Bilbao) e impulsora del proyecto de Lectura Fácil en el centro, nos cuenta: «Cuando empezó todo esto del Coronavirus, nos quedamos muy frustradas de tener que interrumpir nuestro club. Pero después de mucho pensar, creímos que en esta situación era más importante que nunca retomar el club. ¡Y así lo hicimos! Tanteamos a las madres y todas querían participar; eso nos animó mucho».

Habitualmente, en su club presencial son 7 mamás y abuelas y un papá. Y a través de un grupo de whatsapp les siguen otras 5. Esta modalidad «a distancia» la establecieron en su momento, porque por horarios de trabajo, etc… algunas no pueden acudir presencialmente a las sesiones en el colegio. Hasta ahora consistía en «grabábamos con el móvil los momentos de lectura que leíamos en el club, lo publicábamos en el grupo de whatsapp  y ellas lo escuchaban.  Aunque no acudían, hacían sus actividades y a través de otras madres se lo hacían llegar.

«Hemos propuesto, tras vivir esta primera sesión video-presencial que cuando todo esto vuelva a la normalidad, podríamos probar con una modalidad mixta con todas estas mamás que no pueden asistir al club. Esto es las que puedan asistirán personalmente y las otras por video-llamada». Ahí tienen su siguiente gran reto.

En esta primera sesión del jueves pasado se conectaron 6 mamás. Les falló una que no consiguió conectarse. Una de las habituales va a faltar por temas personales y el papá se turnará en sesiones alternativas (le toca a él encargarse de las criaturas cuando la mamá está en el club). «Para la siguiente sesión tenemos dos solicitudes nuevas: una mamá que nos seguía por el grupo de whatssap y otra mamá amiga de otra, que aunque su hijo no venga a nuestro colegio le vamos a dejar participar».

EL MATERIAL: el libro, la historia, las actividades…

El curso pasado les encantó «Romeo y Julieta» y nos pidieron leer una obra parecida para finalizar el curso. Por eso eligieron una historia de amor que además fuese teatro «Mucho ruido y pocas nueces» . Estaba previsto para el mes de octubre. En circunstancias normales estarían haciendo un proyecto de lectura de leyendas del mundo. En cada sesión cada una estaba presentando su país de origen y aportaba una leyenda importante de ese país. Nos pareció que este tema es más para hacerlo presencial, ya que cada mamá traía productos de su país, etc.

Han empezado «Mucho ruido y pocas nueces». Por supuesto, al igual que representaron «Romeo y Julieta» en teatro, harán lo mismo en esta ocasión. No todas pudieron hacerse antes del confinamiento con el libro físico, por lo que para esta primera sesión algunas se han tenido que arreglar bien con el archivo pdf del catálogo de la ALF. Pero la mayoría sólo disponen del teléfono movil como herramienta y no tienen impresora en casa. Por lo que han tenido que recurrir a copiarse a mano el texto que a cada una le tocaba leer. «Pantallazos» de las páginas, todo puede valer… para solventar la situación.

En esta primera sesión ya han utilizado recursos de soporte para contextualizar la historia. A cada mamá con el email de invitación al club le adjuntamos estos documentos o videos para que se fueran situando el la historia. «Vamos a intentar seguir con la misma dinámica con la que trabajamos en el club presencial y haremos actividades pre y post lectura con dinámicas cooperativas, rutinas de pensamiento… Mantienen lo que para ellas es ya conocido como «panel de la memoria». Lo hacen para contextualizar, comenzar la historia y hacer seguimiento de las sesiones, que esta vez van a ser ventanas (una bonita metáfora del confinamiento…¿verdad?).

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La novedad que van a introducir en esta modalidad online es que como dice su manifiesto «vamos intentar aprender a manejar algunas herramientas digitales como el drive, porque así las mamás aprenden a utilizar recursos que sus hijos manejan. Por eso ahora, en vez de mandarles los deberes o la información por email o whatssap lo harán a través de carpetas compartidas de drive con materiales sobre la lectura. «Y lo más importante, para aprender a redactar un documento compartido, vamos a escribir un diario de nuestro club, en el que cada una de nosotras escribirá cómo se ha sentido en cada sesión».

LA PRIMERA SESIÓN: Conexión, ritmo de lectura, sensaciones...

Han optado por usar la aplicación hangout. Excepto una mamá que no se pudo conectar y a otra que no le iba bien la cámara, todo funcionó bien. La mayoría se conectaron desde los móviles. «Al principio nos costó un poco adaptarnos porque oíamos mucho eco, nos pisábamos la palabra.. . Después decidimos apagar los micros y que solo estuviese abierto el la persona que hablaba o leía. Pero no nos dábamos cuenta y nos lanzábamos a hablar con el micrófono desconectado…. etc. Más o menos después de 10-15 minutos de adaptación y haciendo pruebas pudimos comenzar a leer. Y luego ya, todo fue fluido y bien.

Para mantener un poco el orden de las intervenciones, hemos establecido 2 normas:

Para leer: ellas reciben antes la parte que van a leer y también la lista en el orden que va leer cada una; así es más fácil situarse.Porque sabes quien va antes y después de ti.

Para intervenir: lo hacen en el orden el que la dinamizadora del club les ve en las ventanitas pequeñas de la pantalla. Se les informa al principio, por ejemplo: Elda primera, Francis segunda Martha tercera. Es muy importante para que todo salga bien.

DIFERENCIAS CON LAS SESIONES PRESENCIALES: pros y contras

Dando por supuesto que nada es comparable con la riqueza de las interacciones una sesión presencial, reconocen que ha sido muy, muy emocionante por las circunstancias en la que nos hemos vuelto a ver. Estábamos todas a punto de llorar cuando nos íbamos conectando e íbamos apareciendo en la pantalla... y seguimos dándonos cuenta que disfrutamos muchísimo de la lectura y lo que van surgiendo entre nosotras en torno a ella».

«Esta primera experiencia nos ha servido para constatar que llevamos ya 3 años siendo club y que al final esos lazos y tener interiorizadas las rutinas que hemos creado como equipo nos han ayudado a funcionar con mucha más operatividad online.

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Con respecto a las sesiones presenciales han visto estas diferencias:

Un ritmo de lectura diferente, más lento. En cuanto a que “pasarse la palabra” es más complicado. Por eso, hemos cambiado el sistema  con el que leíamos. Nosotras siempre hemos leído de “punto a punto”. Esto es, empezaba una a leer y cuando llegaba al punto seguía la siguiente persona y así consecutivamente. Pero por video-llamada nos ha parecido más operativo que cada una lea una parte más larga del texto.

La riqueza en las interacciones es menos espontánea: Cuando estas leyendo físicamente, paras comentar detalles, comparar in situ los ejercicios que has hecho etc, Online también se puede hacer pero no tiene esa riqueza , esa rapidez ni espontaneidad. Es todo como más lento y estructurado porque sino, no nos escuchamos etc,

El ocupar un espacio físico conjunto, crea un “ambiente especial”: Aunque online también es posible; nos hemos reído y disfrutado como siempre … Pero la calidez de la cercanía, de ocupar físicamente un espacio, los olores, los sabores… porque a veces traemos cosas para compartir mientras leemos (un pastel, un café..)

Tenemos claro que en cuanto podamos volveremos a nuestro “Txoko en la planta 0” del colegio. En este espacio, hemos compartido ya casi 6 clubs de  lectura, 3 celebraciones del Día de la Mujer y muchísimas experiencias más que nos han hecho crecer y madurar como club. Pero mientras tanto, aquí seguiremos conectadas, aunque tenga que ser virtualmente.