Ander Izagirre reconoce que escribir «Txernobil txiki bat etxe bakoitzean» le ha costado pero ha sido un ejercicio bonito. «La escritura sencilla también hace la historia fuerte». En este artículo, hemos tenido la oportunidad de entrevistar a su autor que afirma: «me alegro mucho de haber tomado parte en una iniciativa así; creo que ha merecido la pena».
– Tu libro es uno de los primeros libros en euskara que se ha publicado en formato de Lectura Fácil. Cuando recibiste la propuesta, ¿conocías el movimiento?, ¿ves necesaria la existencia de este tipo de trabajos?
-No conocía el movimiento de Lectura Fácil, pero me pareció una idea muy bonita que personas con dificultad para leer pudieran disfrutar leyendo, así como acercarles a nuevas historias. Además, es un material adecuado para personas que estén estudiando euskara y para las generaciones que no se han educado (alfabetizado) en euskara.
Para ser sincero, cuando me propusieron este libro estaba muy ocupado y no tenía intención de coger más trabajo, pero creo que ha merecido la pena. Me alegro mucho de haber tomado parte en una iniciativa de este tipo.
– ¿Cómo te has sentido al escribir directamente en este formato ¿ ¿Es fácil escribir fácil?
-No ha sido fácil escribir fácil. Me ha costado pero ha sido un ejercicio bonito: la necesidad de dejar de lado o cambiar alguno de los recursos que utilizamos al escribir, me ha servido para ser más consciente del proceso de escritura. Y este libro me ha servido para darme cuenta de que, la historia que conocimos en Chernóbil, en sí, es muy fuerte, preocupante y atrayente. Y la escritura sencilla también hace la historia fuerte.
– Txernobil txiki bat etxe bakoitzean («Regreso a Chernobil» será el título en la edición en castellano) o la realidad contada por personajes de ficción. ¿Qué podemos encontrar en esta obra?
-Vamos a encontrar las historias de unas personas que conocí, que estaban relacionadas con Chernóbil. Un soldado que para reparar la catástrofe nuclear trabajó cerca del reactor, una chica que tuvo que huir, trabajadores que hoy en día trabajan en el Área Prohibida. He contado sus historias a través de personajes de ficción, para que el relato fuera más fácil y limpio, pero estas historias son un fiel reflejo de que Chernóbil destrozó toda una sociedad.
(En la primera imagen, con la escritora catalana Núria Martí Constans, durante la presentación de los primeros títulos en euskera en Lectura Fácil. En la de la segunda, con Julia, uno de los personajes principales del libro durante la presentación en Tolosa)