La biblioteca LF comunitaria que alimentan y comparten entre Kirikiño, Barrika Barri, Uribe Costa, Arbolarte Fekoor, AFA Bizkaia y Sortarazi es un buen ejemplo de proyectos colaborativos. Esta es la historia de un grupo de entidades del ámbito social que trabajan con y para personas con diferentes discapacidades pero unidas en un mismo proyecto colaborativo: el nexo de unión es la lectura fácil. Cada una conoció el concepto en un momento y bajo unas circunstancias determinadas y lo utilizaba como herramienta en ámbitos diferentes. Desde el caso de la asociación Uribe Costa, una de las pioneras en Euskadi y que cuenta con uno de los clubs LF más veteranos desde hace varios años. Hasta el de AFA (Alzheimer) Bizkaia que desconocían la lectura fácil hasta entrar en contacto con el inicio de este proyecto impulsado por las residencias de mayores de Kirikiño y Barrika Barri. Pasando por Fekoor, cuyos profesionales del centro Arbolarte ya se habían formado en LF para la adaptación de documentos e información en su entidad o Sortarazi, que había participado con sus usuarios en clubs LF dinamizados por Lectura Fácil Euskadi en las bibliotecas municipales de Bilbao.

Gaizka Euba.

Coordinador proyecto Lectura Fácil. (EuskoGes)

Haciendo balance de este primer año, Gaizka nos cuenta desde Kirkiño y Barrika Barri cómo está siendo la experiencia. «Maravillosa. Empezamos con una prueba piloto y ahora mismo los talleres de lectura fácil son una actividad indispensable en ambos centros». Creyeron en la idea desde el principio, pero «quisimos probar y ver la aceptación; fue genial; si a ello le sumamos la ayuda que ya nos ofrecían desde Uribe Costa y el apoyo de Lectura Fácil Euskadi, todo se hizo más sencillo». Después vino juntarse con otras entidades para compartir proyectos, experiencias y ahora, materiales en lectura fácil.

¿Cómo y por qué surge la idea de un proyecto colaborativo con otras entidades en torno a la LF?

La estrategia es sencilla: cuantos más seamos, más libros, contenidos y fuerza tendremos. La idea para todo lo que desarrollamos es sumar entre cuántos más mejor. Es nuestra manera de trabajar compartir y aprender de los que quieran sumar.

¿Cómo funcionáis en la práctica?

La gestión de la biblioteca se hace desde Arbolarte. En una primera reunión inicial establecimos la necesidad de formar al personal que iba a dinamizar los clubs y disponer de materiales, de lotes de libros LF que unos y otros vamos aportando a esa biblioteca comunitaria. La idea es compartir experiencias y realizar una jornada cada año para hablar de cómo lo llevamos. Ya hemos hecho alguna actividad como lectura conjunta entre usuarios de Uribe Costa y mayores de nuestros centros.

En estos momentos, en esta biblioteca disponen de 16 títulos diferentes, con lotes de unos 8 ejemplares cada uno. Las entidades que se benefician de este fondo son 6; todas ellas tienen uno o más clubs de lectura fácil con personas usuarias muy diversas: mayores, discapacidad intelectual, física y sensorial, Alzheimer, personas en riesgo de exclusión social…

Gaikza se reconoce un «defensor de la lectura fácil, no sólo en el fomento de la lectura sino en la sociedad en general como una pata más de la accesibilidad en la información a todas las personas en cualquier ámbito de la vida. Pero lo más cercano lo tiene con las personas mayores de sus centros.

proyectos colaborativos: barrikabarri-uribe-web

Sesión de lectura compartida entre los clubs LF de la asociación Uribe Costa y la residencia Barrika Barri.

¿Cuál era hasta el momento de introducir la LF el trabajo que hacíais en relación a vuestras personas usuarias y la lectura?

Nosotros seguimos trabajando con dos grupos una de estimulación alta y de estimulación baja. Con los de baja siempre hemos potenciado lectura de libros (biblioteca, revistas, periódicos, talleres de psicoestimulación etc…) y con los de estimulación alta textos más sencillos para luego trabajar la memoria, lectoescritura, … y lectura del periódico para orientación a la realidad.

Para nuestra realidad con personas que tienen una media de 88 años y muchos de ellos con algún deterioro cognitivo, poder utilizar la lectura fácil es una auténtica maravilla. Se ilusionan mucho con la actividad y les tenemos que esconder los libros para que no hagan trampas y lean fuera de los grupos de lectura.

¿Cómo se valora la experiencia por parte de los profesionales?

Genial, los profesionales están encantados. Reconocen que da la posibilidad de trabajar muchos aspectos, te posibilitar ir más allá de la lectura y por ejemplo, lanzarnos con una obra de teatro. Y lo mejor es la satisfacción que da ver que los residentes están entusiasmados. Ha sido un acierto y vamos a seguir trabajando a futuro en ello.