Decía Daniel Cassany, profesor e investigador del lenguaje: «No hay razones ni justificaciones para tolerar que un ciudadano alfabetizado no pueda comprender las cuestiones que afectan a su vida cotidiana: todo lo que le interesa puede ser explicado, debe ser explicado de modo que lo pueda comprender». Cassany aludía en este caso a la información de tipo administrativo, la de nuestras instituciones públicas. Pero esto tiene sentido y es aplicable también en el ámbito privado.

Más allá de ese 30% de la población que, por diversas circunstancias, tiene dificultades lectoras y/o de comprensión, el resto de la ciudadanía también encuentra muchas veces obstáculos para entender determinada información. Especialmente la de aquellos ámbitos cuya temática y lenguaje resulta complejo, farragoso o pesado: pensemos en el campo jurídico, económico-financiero, médico, científico…

O la de muchos otros, que aunque no lo sean tanto, a la hora de redactar contenidos no tienen en cuenta elaborarlos con criterios que hagan que esa información sea lo más accesible posible a todas las personas. En esta idea se basa el Plain Language Movement (claro-util-lenguaje-llano).

Al igual que existen distintivos que identifican la Lectura Fácil (en literatura, documentos, webs, etc…), es necesario identificar también aquellas iniciativas de empresas, organizaciones, instituciones, que apuesten por la accesibilidad informativa de cara a sus personas usuarias o clientes. No sólo como parte de una posible RSE (Responsabilidad Social Empresarial) sino como política general, sino como una forma de entender que todas las personas tienen derecho a una información clara, sencilla y comprensible en todos los ámbitos de la vida que le puedan afectar. Porque entender se traduce en actuar; y eso significa: tomar decisiones, comprar, participar,…

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Ya existían algunas experiencias en el sector privado en nuestro país, promovidas desde la ALF (por ejemplo, en el ámbito de los seguros). Ha sido en Euskadi, donde han surgido apuestas similares en nuevos sectores: en el inmobiliario (Adur) y en el de la gestión de comunidades y administraciones de fincas (Elkarbizi).

Si bien en una librería, usamos el distintivo «Tenemos libros en Lectura Fácil«, en el caso de los establecimientos dedicados a otro tipo de actividades, se ha creado uno nuevo: «Por una información accesible» (en nuestro caso, en Euskadi también «Informazioa denon eskura»). Este logotipo identificará aquellas entidades que han apostado por ofrecer información, documentos o servicios elaborados bajo las directrices internacionales de la lectura fácil o del lenguaje llano/ciudadano.

informazioa-denon-eskura

Informazioa denon eskura

Informacion-accesible

Logo información accesible

El primer establecimiento en nuestro país que luce este distintivo es el local de Adur Innovación Inmobiliaria, en Bilbao. (En la imagen de arriba, Aritz y Ane, sus responsables) Tras el convenio de colaboración suscrito con Lectura Fácil Euskadi-Irakurketa Erraza, han trabajado conjuntamente con nosotros para poner en práctica la información accesible. Reconocen que su clientela lo agradece.

¡Enhorabuena! Y que cunda el ejemplo.